
Revisión del primer alcahuetería Tiene mirilla y hace riesgo
PALO ALTO, California – Todos deberíamos residir preparados para más conducta como el Hyundai Kona N 2022, porque si queremos que el hot hatch sobreviva, tendremos que enfrentarnos al energía de que verdaderamente no lo harán. Ser coches nunca más. Serán cruces. Y claro, el Kona N es 6 pulgadas más extenso y 100 libras más prolijo que el Veloster N con el que comparte altamente, empero no dejemos que la seguimiento de la lucimiento se interponga en el secante de distinguir la mera grandiosidad. Porque, de influencia, el Kona N es tenorio. Una pequeña caja de albricias que hace ruidos divertidos y contiene un concesión que induce a la risa con, vitalmente, un armadura a la pico de la servicio de controlarlo.
Probablemente no debería amilanar dado que el Kona fundamental fue el primer SUV subcompacto que demostró que tal cosa no tenía que ser deprimente para portear, y que su mecánico quinta de los hatchbacks compactos podría no ser tan réprobo luego de todo. Es poco salado y que se puede difundir con un motor turboalimentado habitable que supera todo lo que ofrecen sus competidores. ¿El Kona N? Aporta un juego de rol a esa disputa con cuchillos.
Su 2.0 litros turbocargado de cuatro cilindros en grímpola genera 276 caballos de empaque y 289 libras-pie de torque, que es más que el Veloster N. También es 81 hp más que los niveles de dotación turbo más peatonales del Kona. Todo eso fluye a través del accesible compendio automatizado de engañoso embrague de ocho velocidades de Hyundai trabajado para el profesión N con compromiso de vicisitud únicas, una unidad de entrenamiento recalibrada para cambios más rápidos y mejoras de durabilidad para demandas de mayor rendimiento. También incluye tres configuraciones de mapa de turnos y, si lo prefiere, paletas de avatar grandes y gruesas que responden aprisa a sus tirones.
Poner tanta subsistencia en un vagón tan pequeño (3,340 libras) es tan estruendosamente gracioso como cabría abandonarse, acompañado de un espantada de tres notas que gorjea ruidos cada vez más divertidos sin aventurarse en país joven con estallidos o crujidos. Hyundai está tratando de ser razonablemente cierto junto. Bueno, al omitido en términos de cómo suena, se ve y toma una cumbre. Presiona el gran gema rojo “NGS” en el travesaño y las cosas se ponen tontas. “N Grin Shift” le da al Kona N una crisis de adrenalina de 20 segundos: la acometividad aumenta a 286 hp y la teledifusión mantiene las revoluciones altas. El zumbido de los turbos comienza a vencer en decibelios al huida; el tacómetro dactilar se ilumina en pajizo y a posteriori en rojo a patrón que aumentan las revoluciones; un temporizador pasa de 20. No estoy inofensivo de cuánto más presuroso es realmente durante esos 20 segundos, empero la experiencia general tiene una productos de “aguanta” desquiciada. Sentirlo. Es como quebrantar una estrella dorada en Mario Kart. Realmente deberían desovar esa canción.